MARTHA QUINTANILLA PICHARDO
MARTHA QUINTANILLA PICHARDO.
¡MUJER, MUJER!
no calles, no silencies,
habla, carajo
aunque no te oigan,
aunque no te escuchen.
atrévete, revélate
¡Camina, carajo!
aunque te tropieces, levántate,
aunque te caigas,
sacúdete encima.
alternativas unidas,
levantémonos, caminemos
en defensa de la gran mayoría
¡No cobres!
por paz, solidaridad y justicia social
seamos conscientes
y entremos a la ofensiva
porque solo y solamente así,
haremos presencia.
materialicemos la democracia,
busquemos círculos variados,
unámonos por ellas y ellos.
es el momento de proteger,
es el momento de salvaguardar,
es el momento de contribuir,
es el momento de construir.
un nuevo mundo
por y para nuestras generaciones.
dediquemos un segundo
a las mujeres golpeadas por la epidemia,
a las mujeres violentadas por el sistema,
a mujeres miles, que viven luchando
desde sus hogares, lugares y lares,
atrincheradas ante el rebrote criminal.
sabemos que
todos y todas clamamos justicia,
pedimos solidaridad
en memoria de ellos,
reconozcamos hechos y sucesos acaecidos,
condenemos a quien aplica y quieren aplicar
medidas de temor y esclavitud.
sigamos luchando
frente a los gérmenes del grupo opresor,
la paz y la justicia social
se impondrá
ante la desigualdad existente.
exijamos derechos y respeto.
Mujer, no calles, no silencies
habla, carajo
aunque no te oiga, aunque no te escuchen.
Mujer, atrévete, revélate y camina, carajo.
¡TANTO AMOR POR MÍ!
Ayer nomás nos vimos,
¿recuerdas?
Ver tu mirar,
tu voz oír, tu aliento sentir.
No haberme cuenta dado,
no haberte sentido,
cuenta no me di, en el antes vivido.
Tanto amor en ti, Dios.
Tanto amor hacia mí.
Y no haberte correspondido.
A veces creí, sí,
pero mi temor, mi duda
a perderte en mí fue más.
¡Entonces!
¿Por qué?
Tú nunca confesaste,
Tú nunca hablaste
de tanto amor en ti.
Dios
Tanto amor hacia mí
Amor en tu mirar,
amor en tu voz, amor en tu sentir,
y fueron otros labios
y no, los tuyos que ofrendaron
ese amor que tenías hacia mí.
Porque no, tu voz
porque no, tu sentir
porque no, tus labios.
Dios, perdóname,
y a ti, a la lejanía,
a la distancia te digo:
¡perdón, perdón!
por tanto amor brindarme,
por tanto amor ofrecerme,
por tanto amor abrazarme.
Sabes, te digo:
un te amo por siempre.
Vivo y viviré por siempre en tu recuerdo
Lo sé.
Vives y vivirás por siempre en mi recuerdo,
lo sabes.
En nuestro silencio absorto,
nuestros sentires mudos se unen.
Tanto amor en ti, Dios
tanto amor hacia mí.
Un te amo por siempre,
un te amo por vida.
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